miércoles, 28 de diciembre de 2011

Ánimo

    El Rebe animaba constantemente a todos aquellos que se acercaban a él lamentándose sobre cuán lejos se encontraban de la verdadera plegaria y cuán difícil les era orar. Los animaba y los confortaba de todas las maneras posibles de modo que no se descorazonaran.
    Él solía decir, “La persona puede encontrar consuelo y alegría en el simple hecho de que es digna de decir las palabras del servicio.”
    Cierta vez escuché al Rebe hablar con un hombre simple, quien encontraba difícil orar con sentimiento. El Rebe le dijo que debía recitar con sentimiento sólo las plegarias preliminares, antes del Baruj SheAmar. Pues era posible que en esta encarnación (guilgul), sólo necesitase rectificar esa parte del servicio, dado que el resto ya había sido rectificado en una reencarnación previa. De modo que en esta encarnación sólo debía recitar con concentración y sentimiento las partes anteriores al Baruj SheAmar. Debía por lo tanto poner toda su fuerza y concentrarse en esa porción del servicio anterior al Baruj SheAmar.
    Una vez que hubiera logrado esto, debía considerar que ahora era la  siguiente porción del servicio la que debía rectificar, desde el Baruj SheAmar hasta Va Ibarej David. Debía entonces recitar esa porción con la mayor concentración y sentimiento.
    Es posible continuar de esta manera a través de todo el servicio.
    En general entonces, no es necesario confundirse tratando de perfeccionar todo el servicio de una sola vez. Se debe más bien hacer el esfuerzo de decir al menos un poco con la concentración adecuada. Obviamente, siempre es posible concentrarse en una sección pequeña del servicio. Entonces poco a poco, uno puede agregar otras porciones.
(Likutey Moharán, II 121)

    En otra parte de los escritos del Rebe, se explica que en la mayoría de los casos uno no puede recitar de manera apropiada todo el servicio, sino sólo una pequeña parte de él. Esto se debe a que cada persona sólo puede recitar de manera apropiada la parte del servicio que se relaciona con su estado espiritual. Así, “hay amos de las manos y amos de los pies” (Tikuney Zohar 18).
    Dado que cada persona puede concentrarse en la porción del servicio que se relaciona con su estado espiritual, uno no debe desanimarse si encuentra que sólo puede concentrarse en una pequeña porción del servicio. Es posible a veces tener una buena concentración y  sentir de pronto que ella se quiebra y no poder continuar con un servicio apropiado, no importa cuánto lo intente. Esta es a veces la manera en que las cosas deben ser, tal como se trató.
    Por lo tanto, en tal caso, uno debe hacer el esfuerzo de recitar el resto del servicio con absoluta simpleza. Con esto, el Santo, bendito sea, le ayudará a despertar de modo que sea capaz de recitar el resto del servicio con la atención apropiada.
    Y si no es digno de un despertar espiritual durante el servicio, lo que está hecho está hecho. Luego podrá tratar de recitar un Salmo u otra plegaria opcional con la apropiada concentración.
    Toda persona es consciente de sus propias fallas. Debe por lo tanto comprender que se encuentra muy lejos del concepto de la plegaria, la cual se halla en un plano muy, muy elevado. ¿Cómo será digna de tan elevado nivel de servicio?
    Por lo tanto, cada persona debe hacer su parte. Debe recitar las palabras del servicio con absoluta simpleza, prestando cuidadosa atención a lo que está diciendo. En la mayoría de los casos, automáticamente comenzará a lograr la concentración y conciencia apropiadas.
    El Rebe afirma en otra parte, que la persona debe fortalecerse en la plegaria incluso cuando no es digna de orar con la unión espiritual necesaria y aunque sus plegarias no sean fluidas. En un momento así, deberá fortalecerse en la oración, con toda su energía y con toda su concentración. Y cuando llegue a ser digno de orar con la unión espiritual y la fluidez necesarias, podrá entonces elevar todas las otras plegarias, juntamente con aquella que recita de la manera apropiada.
    Este hecho se encuentra aludido en las palabras de Moshé, “Yo oré a D” en ese  tiempo, diciendo...” (Deuteronomio 3:23). Moshé estaba diciendo, “Yo le rogué al Santo, bendito sea, en todo momento, con unión espiritual o sin ella. Pero ‘en el tiempo de decir’, cuando fui digno de la plegaria con unidad espiritual y fluidez, fui capaz de elevar juntamente con aquellas plegarias en las cuales logré la apropiada concentración, incluso aquellas que recité de manera inapropiada.”
    En otro lugar, dice el Rebe que las plegarias de la persona se encuentran a veces vacías de entusiasmo y de sentimiento. En tales momentos, uno debe despertar sus propias emociones y hacer que las palabras ardan como fuego en su corazón.
    Una persona  puede a veces provocarse al punto de llegar a la  ira. Es como dice la gente, “Él  montó en cólera.” Uno debe hacer lo mismo durante la plegaria y ser como la persona que “monta en cólera”. Uno debe provocarse a sí mismo y evocar aquellas emociones y sentimientos dentro de su plegaria.
    Es posible que al principio este entusiasmo pueda ser forzado, pero eventualmente llegará  a ser real. Parecerá que el corazón se inflama con la alabanza al Santo, bendito sea, y la persona será digna de experimentar la verdadera plegaria.

domingo, 18 de diciembre de 2011

“¿Dónde está el centro del universo?”

(Bejorot 8b) 
1. Debes saber que existe una luz más elevada que el Nefesh, el Rúaj y la Neshamá (el alma inferior, el espíritu y el alma superior). Ésa es la luz del Infinito, bendito sea. Y aunque el intelecto no puede aferrar esa luz, sin embargo, la mente corre constantemente tras ella. Al llevar a cabo las mitzvot con alegría, la persona se hace digna de comprender esa luz a través de la combinación de “perseguir y limitarse”, de modo que simultáneamente “la alcanza y no la alcanza”. “De esa manera, se forman Nueve Cámaras que no son luces ni espíritus ni almas. No hay nadie que pueda comprenderlas... no es posible aferrarlas ni conocerlas” (Zohar I, 65a). ¡Feliz la persona digna de que su pensamiento corra detrás de esos conceptos, aunque el intelecto no pueda aprehenderlos debido a que no son alcanzables ni posibles de conocer! Esa percepción es el objetivo final de todo, tal cual está descrito en la enseñanza, “La culminación de todo conocimiento es saber que no sabemos nada”.

2. Al cumplir con las mitzvot con alegría, la santidad alcanza su plenitud y se eleva la vitalidad y la santidad atrapada en las fuerzas de la impureza. Por lo tanto, al realizar una mitzvá con alegría, se eleva a la Presencia Divina desde las fuerzas de la impureza. 
3. Es necesario mantenerse lejos, muy lejos de la depresión, pues las fuerzas de la impureza están íntimamente ligadas a la depresión y corresponden al poder del juicio severo. Cuando prevalece la depresión ello constituye, en efecto, el exilio de la Presencia Divina, dado que la Presencia Divina es la alegría del pueblo judío, como está escrito, “Alegre madre de los niños” (Salmos 113:9). La alegría es el factor principal para neutralizar a las fuerzas de la impureza y elevar la santidad.  
4. Por medio de la ofrenda de incienso, la persona extrae la vitalidad de entre las fuerzas de la impureza y merece la alegría, como está escrito, “El incienso alegra el corazón” (Proverbios 27:9). Por lo tanto, es necesario recitar con una gran concentración el pasaje que describe la ofrenda de incienso en las plegarias de la mañana y de la tarde. Pues la ofrenda de incienso es el medio principal para elevar a todas las chispas de santidad desde las profundidades de las fuerzas de la impureza, y mediante ello se alcanza la alegría.  
5. Cuando se realiza una mitzvá, ésta tiene el poder de ir y despertar a todos los mundos al servicio a D". Consecuentemente, descienden bendiciones sobre todos los mundos - siendo el intelecto la principal bendición que fluye de arriba. Sin embargo, la forma que tome ese intelecto al descender dependerá de la voluntad en particular de la persona. Por lo tanto, aquel que esté interesado en el bienestar de su alma deberá dirigir su voluntad de la manera apropiada para atraer esa bendición de intelecto. También es necesario introducir la fe en esa bendición de intelecto, dado que, como es sabido, no se debe recurrir exclusivamente al intelecto. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

Tu sello, tu manto y el báculo

Él respondió: “¿Qué prenda te daré?”. Y ella dijo: “Tu sello, tu manto y el báculo que tienes en la mano”. Él, pues, se lo dio y se llegó a ella; y ella concibió de él.
Qué prenda te daré... Tu sello, tu manto y el báculo
El encuentro entre Iehudá y Tamar fue el preludio al nacimiento del Mashíaj. Mashíaj mismo es  el garante del mundo entero, la garantía de que todos alcanzarán la perfección. Por lo tanto Tamar insistió en una prenda para aceptar la unión, para invocar la garantía que representaría el Mashíaj.
Las tres garantías que ella pidió contrarrestan las tres características que le impiden a la persona alcanzar la perfección. Esas características son: aquel que degrada a los demás (que es similar al asesinato), aquel que es inmoral y aquel que carece de fe. El sello representa el “sello de santidad” - el pacto, la moralidad. El manto representa el “manto de honor” - la disposición a honrar a los demás y no degradarlos. El báculo representa la fe - tal cual está representado por la vara de Moisés que fue utilizada para hacer los milagros que difundieron la fe en D”. Y esos tres objetos representan las características que llevan a la perfección y hacia el Mashíaj, quien llevará al mundo entero hacia la perfección (Likutey Halajot VII, p. 74a-148).

Qué prenda te daré... Tu sello, tu manto y el báculo
Cuando D” quiso crear al hombre, los ángeles se opusieron, argumentando que el hombre pecaría. D” entonces se aconsejó con las almas de los rectos, dado que ellos son los responsables del mundo. El alma del Mashiaj aceptó esa responsabilidad, puesto que deberá asegurarse de rectificar a todas las personas. Así, la primera mención de un garante en la Torá aparece en la historia de Iehuda y Tamar, pues su unión llevó al nacimiento del Mashiaj, quien llevará el mundo hacia la perfección.
Tamar le pidió a Iehudá que le diese como garantía el sello, el manto y el báculo. El sello representa los tefilín, el manto representa el talit/tzitzit, y el báculo es la “pluma” - es decir, los muchos libros de Torá que difunden Divinidad. A veces los Tzadikim se vuelven muy celosos en el cumplimiento de su misión; en verdad, la vida de Tamar se vio amenazada cuando Iehudá se enojó con lo que él consideraba su promiscuidad. Esas garantías representan las mitzvot que demuestran la aceptación del cumplimiento de la Torá, que los Tzadikim pueden utilizar para rectificar el mundo (Likutey Halajot VII, p. 126a).
El concepto de Mashíaj como garante de la humanidad también se refleja en el hecho de que Iehudá aceptó tomar la responsabilidad por Benjamín cuando los hermanos descendieron a Egipto (Génesis 43:9). Aquí Iehudá representa el alma del Mashíaj. Otra alusión yace en la yuxtaposición de la historia de Iosef vendido como esclavo y la historia del encuentro de Iehudá con Tamar. Como afirma el Midrash: “Las tribus estaban ocupadas vendiendo a Iosef; Iosef estaba ocupado con su saco de arpillera y el ayuno [debido a sus tribulaciones]; Rubén estaba ocupado con su saco de arpillera y el ayuno [en sus esfuerzos por arrepentirse]; Iaacov estaba ocupado con su saco de arpillera y el ayuno [por la pérdida de Iosef]; Iehudá estaba ocupado buscando una esposa; y D” estaba ocupado creando la luz del Mashíaj” (Bereshit Rabah 85:1). Debido a su santidad y moralidad, Iosef ascendió desde la esclavitud hasta llegar a ser el segundo en el gobierno de Egipto. Cuando Iosef comenzó a atraer sobre sí la santidad del Mashíaj, D” “Se ocupó” del nacimiento del Mashíaj (Likutey Halajot VII, p. 126a-127a).

lunes, 12 de diciembre de 2011

Los Límites De La Meditación

La verdadera meditación y la auto expresión delante del Santo, bendito sea, surgen cuando uno lo ha hecho al grado tal en que siente que su alma está a punto de abandonarlo y que está por morir. Y debido al gran anhelo y deseo que siente hacia el Santo, bendito sea, su alma se encuentra unida al cuerpo sólo por el espesor de un cabello.
     El Talmud habla sobre esto y dice, "La plegaria de una persona no es escuchada salvo que ponga su alma en sus manos."
     Cuando una persona medita es ayudada por el Santo, bendito sea. Puede entonces expresar sus pensamientos delante de Él tal como aquél que habla con un amigo. Uno debe acostumbrarse a conversar con el Santo, bendito sea, tal como lo haría con su maestro o con su amigo. "El mundo entero está lleno de Su gloria" (Isaías 6:3) y el Santo, bendito sea, puede ser hallado en todos lados.
(Likutey Moharán, II 99)

viernes, 9 de diciembre de 2011

Una Nueva Senda

Hay otra ventaja en el hecho de expresar nuestros propios pensamientos delante del Santo, bendito sea. Uno puede meditar también recitando súplicas y plegarias que ya han sido compuestas por otras personas. Sin embargo, todas las fuerzas que destruyen el estado meditativo se encuentran al acecho en la senda de tales plegarias. Esto se debe a que esas fuerzas son muy conscientes de tales sendas.
     Es como un camino público. Dado que los bandidos y los asesinos conocen este camino, ellos se esconden allí agazapados en espera del incauto. Pero si uno inaugura una nueva senda o viaja a través de una que aún no es conocida, ningún enemigo lo esperará allí, emboscado.
     De manera similar, cuando la persona expresa sus propios pensamientos delante del Santo, bendito sea, está tomando así un nuevo sendero, componiendo una nueva plegaria. De modo que no es probable que encuentre allí  fuerzas negativas.
     Sin embargo, uno debe también utilizar las otras plegarias y súplicas como parte de la propia meditación.
(Likutey Moharán, II 97)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Repitiendo Una Palabra

Es muy importante meditar y expresar todos los días nuestros pensamientos delante del Santo, bendito sea.
     Si uno no puede expresarse con ninguna palabra, debe al menos decir algo y esto en sí será muy bueno también.
     Si sólo puede decir una palabra, deberá  hacerse fuerte mentalmente y repetir esa palabra una y otra vez. Puede pasar así muchos días meditando sobre esa palabra y esto en sí mismo será algo muy bueno.
      Si es persistente y repite esa palabra infinidad de veces, el Santo, bendito sea, tendrá piedad y le abrirá sus labios para que pueda expresar así sus pensamientos.
      El habla tiene un gran poder. Si uno sabe cómo usarlo, podrá dirigirle una palabra a un arma de fuego de modo que esta no dispare. Comprende esto.
     Sería algo muy grande si la persona pudiera pasar todos sus días en meditación. Sin embargo, no todos pueden hacer esto. De modo que es obligatorio que la persona pase al menos algunas horas de sus días en meditación.
     Si uno posee una mente fuerte y desea aceptar sobre sí el verdadero yugo del Santo, bendito sea, deberá pasar todo el día en meditación. Esto es algo a lo cual se alude en el dicho Talmúdico, "¡Si la persona pasase su día en plegaria!" (Berajot  21a).
(Likutey Moharán, II 96)

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Salmos y Teshuvá

Si una persona desea retornar al Santo, bendito sea, debe tomar la costumbre de recitar los Salmos (Tehilim). Recitar Salmos es una práctica específica que tiene el poder de llevar a la persona de retorno hacia el Santo, bendito sea.
     Existen 50 puertas de Teshuvá. De estas, 49 son las puertas a través de las cuales cada persona puede pasar y tener acceso a lo que se encuentra detrás. La puerta 50, sin embargo, es la puerta del propio retorno del Santo, bendito sea, si así pudiera decirse. El concepto del retorno también se ve como aplicándose al Santo, bendito sea, tal cual Él dijo, "Retornen a Mí y Yo retornaré a vosotros" (Malají 3:7).
     Las 49 puertas del retorno se corresponden a las 49 letras de los nombres Hebreos de las doce tribus de Israel. De modo que cada una de estas puertas se encuentra asociada con las letras de los nombres de las tribus.
     Toda persona tiene el deseo interno de experimentar el temor al Santo, bendito sea. Pero no todos son dignos de retornar a Él. Aunque una persona experimente un despertar hacia la Teshuvá, puede no ser capaz de alcanzar la letra y la puerta que le corresponden. Más aún, aunque llegue hasta esa puerta puede encontrarla cerrada. Así, no todos son dignos de  la Teshuvá.
     Pero si la persona, aunque no tenga ningún deseo de retornar al Santo, bendito sea, se dedica igualmente a recitar los Salmos, tal deseo puede despertarse entonces en ella. Es a través de los Salmos que puede ser digna de alcanzar la puerta que le pertenece e incluso llegar a abrirla. Así, mediante el recitado de los Salmos, puede llegar a ser digna de retornar verdaderamente al Santo, bendito sea.
     Esto se encuentra aludido en un versículo (donde el Rey David se llama a sí mismo) "El varón que elevó el yugo... El dulce salmista de Israel" (Samuel II, 23:1). Dice el Talmud que David se llamó a sí mismo "el varón que elevó el yugo" porque fue él quien elevó el yugo de la Teshuvá y del retorno al Santo, bendito sea. Fue específicamente él quien elevó el concepto del arrepentimiento pues él era el "dulce salmista de Israel," quien compuso el Libro de los Salmos. Esto es porque mediante los Salmos la persona puede retornar al Santo, bendito sea. También enseña el Talmud que el Rey David era un Tzadik tan grande que nunca hubiera llegado a tener relaciones con Batsheva. El Santo, bendito sea, permitió que ello le sucediera sólo para enseñarle a cada individuo cómo hacer Teshuvá.
     De modo que el Rey David fue en sí mismo un paradigma del arrepentimiento. Sin embargo, el método más importante que instituyera el Rey David para el arrepentimiento fue precisamente el Libro de los Salmos. Este Libro fue compuesto con tal espíritu e iluminación que cada persona puede encontrarse a sí misma en ellos. Es por ello que al recitar los Salmos la persona puede llegar a ser digna de retornar al Santo, bendito sea.
     Como hemos visto, las 49 puertas del retorno son paralelas a las 49 letras de los nombres de los hijos de Iaacov, los que dieron origen a las doce tribus de Israel. La purificación más importante de las doce tribus, allí donde obtuvieron acceso a las 49 puertas del arrepentimiento,  tuvo lugar en Egipto.
     En hebreo Egipto es conocido como Mitzraim. El nombre Mitzraim está asociado con la palabra metzar, que significa "estrechez de garganta," lo cual está relacionado con el concepto de la clase más elevada de Teshuvá (Teshuvá Ilaa).
     Es por este motivo que luego de ser purificados en Egipto y así ser capaces de salir, los Judíos debieron contar 49 días hasta recibir la Torá en el monte Sinaí. Estos son los 49 días del Omer, que es paralelo de las 49 letras y de las 49 puertas del retorno, tal cual hemos  tratado.
     Fue entonces que en el día 50 del éxodo, "D” descendió sobre el monte Sinaí" (Éxodo 19:20). Esto incluyó el concepto respecto al cual el Santo, bendito sea, dijo, "Yo retornaré a vosotros" (Malají 3:7). Este es el retorno del Mismo Santo, bendito sea, si así pudiera decirse, la 50 puerta del retorno.
      De aquí se aprende que es posible, mediante los Salmos, llegar a ser dignos del arrepentimiento. Esto es algo que se encuentra aludido en las palabras, "Estos son los nombres de los hijos de Israel." Las 49 puertas del retorno son un paralelo de las 49 letras de los nombres de los hijos de Israel, quienes bajaron a Egipto  para ser purificados.
     Vemos por  lo tanto que en épocas de arrepentimiento, tales como durante el mes de Elul y los Diez Días de Teshuvá, es costumbre entre lo Judíos recitar los Salmos. Como hemos dicho, recitar Salmos es una práctica específica que puede llevar a la persona hacia el verdadero arrepentimiento. De modo que es algo muy grande recitar constantemente los Salmos. Los Salmos pueden ser fuente de un tremendo despertar hacia el Santo, bendito sea. Feliz de aquel que sigue este método.
                                                         (Likutey Moharán, II 73)

martes, 6 de diciembre de 2011

Volver a Él

Mucha gente no tiene idea de cómo alcanzar la puerta del arrepentimiento por lo cual retornar al Santo, bendito sea. Recitando los Salmos es posible alcanzar la puerta del arrepentimiento que pertenece a su alma.
(Likutey Etzot, Teshuvá 32)
     De las palabras del Rebe se desprende que las 49 puertas de las que habla, son 49 maneras de retornar al Santo, bendito sea. De acuerdo a la raíz del alma de cada persona, ella tiene una senda específica y un específico servicio a través del cual puede retornar al Santo, bendito sea. Esto está tratado por el Rebe, en su explicación de la enseñanza, "[El hombre en este mundo] es como la persona viajando en la oscuridad de la noche... Que no sabe que senda tomar." El Rebe explica allí que no todas las personas son dignas de encontrar el sendero particular que se relaciona con la raíz de su alma.
    El Rey David clamaba respecto a esto, "¿Cómo podrá el joven mantener puro su sendero? Sólo guardando Tu palabra." (Salmos 119:9). El Rabí Najmán reveló que a través del recitado de los Salmos el Santo, bendito sea, le otorgará la sabiduría, la comprensión y el conocimiento para permitirle encontrar la senda específica que le pertenece de acuerdo a la raíz de su alma. Sabrá entonces qué es lo que debe hacer para retornar con plenitud al Santo, bendito sea.
(Likutey Halajot, Kriat Shema 5)
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Santo, bendito sea. Recitando los Salmos es posible alcanzar la puerta del arrepentimiento que pertenece a su alma.
(Likutey Etzot, Teshuvá 32)
     De las palabras del Rebe se desprende que las 49 puertas de las que habla, son 49 maneras de retornar al Santo, bendito sea. De acuerdo a la raíz del alma de cada persona, ella tiene una senda específica y un específico servicio a través del cual puede retornar al Santo, bendito sea. Esto está tratado por el Rebe, en su explicación de la enseñanza, "[El hombre en este mundo] es como la persona viajando en la oscuridad de la noche... Que no sabe que senda tomar." El Rebe explica allí que no todas las personas son dignas de encontrar el sendero particular que se relaciona con la raíz de su alma.
    El Rey David clamaba respecto a esto, "¿Cómo podrá el joven mantener puro su sendero? Sólo guardando Tu palabra." (Salmos 119:9). El Rabí Najmán reveló que a través del recitado de los Salmos el Santo, bendito sea, le otorgará la sabiduría, la comprensión y el conocimiento para permitirle encontrar la senda específica que le pertenece de acuerdo a la raíz de su alma. Sabrá entonces qué es lo que debe hacer para retornar con plenitud al Santo, bendito sea.
(Likutey Halajot, Kriat Shema 5)
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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dos Hermanas dos Pensamientos

 
29:34      Y ella volvió a concebir y dio a luz un hijo. Y dijo, “Esta vez se unirá mi marido conmigo porque le he dado tres hijos”. Por lo tanto le puso por nombre Leví.
Los ojos de Lea eran débiles... Esta vez se unirá mi marido conmigo... Por lo tanto le puso por nombre Leví
La vista disminuida está asociada con la fuerza maligna de LILIT (לילית), que recibe ese nombre debido a que siempre está lloriqueando (מיללת, meIaLeLet) y trae IeLaLá (יללה, sollozos) al mundo. La gente malvada produce una abundancia de melodías tristes y lúgubres, pues su música está asociada con el lloriqueo del Otro Lado.
 La música en general atrae a la gente. La música proviene de la misma raíz que la Tribu de Leví, que ejecutaba instrumentos musicales en el Templo. El nombre LeVí (לוי) viene de la palabra meLaVé (מלוה, acompañar) - i.e., la gente desea estar en su compañía.
 Cuando en el Shabat cantamos melodías desde el fondo del corazón, elevamos las melodías caídas y tristes hacia el ámbito de la santidad. Esto se debe a que el Shabat representa la visión rectificada. Así, elimina el poder de Lilit (Likutey Moharán I, 226; ver también Ibid., I, 237).
29:35      Ella concibió otra vez y dio a luz un hijo. Dijo, “Esta vez, agradeceré a D”. Por lo tanto le puso por nombre Iehudá. Entonces ella dejó de tener hijos.


Esta vez, agradeceré a D”
En el Futuro, serán abolidos todos los sacrificios salvo la ofrenda de agradecimiento (Vaikrá Rabah 9:7).
 ODéH (אודה, “agradeceré”) hace referencia al Korbán TODáH (תודה קרבן, ofrenda de agradecimiento). Dado que Iehudá simboliza el Mashíaj, su descendiente, y el concepto de agradecerle siempre a D”, la ofrenda de agradecimiento se mantendrá incluso luego de la llegada del Mashíaj (Likutey Halajot I, p. 242).  

30:8        Raquel dijo, “Con grandes luchas he luchado con mi hermana y he prevalecido”, y lo nombró Naftalí.


Naftalí
Menajem ben Seruk enseña que el nombre NaFTaLI (נפתלי) proviene de la misma raíz que la palabra PeTIL (פתיל, cuerda), traduciendo este versículo como “Con lazos de D” he sido unida a mi hermana” (Rashi).
 El nombre naFTaLI (נפתלי) contiene muchas de las letras de la palabra TeFILá (תפילה, plegaria). Cuando consideramos que “el nombre NaFTaLI proviene de la misma raíz que la palabra PeTIL (cuerda)”, podemos comprender que la plegaria es la principal devoción que une a la persona con D” (Likutey Moharán II, 84).
Naftalí
NaFTaLI (נפתלי) proviene de la misma raíz que NiFTaLti (נפתלתי, “he peleado” o “he luchado”) (Rashi).
 Este concepto es similar a TeFILá (תפילה, plegaria), pues uno debe luchar y ser persistente al orarle a D” cuando aún no ha recibido respuestas a su pedido. Finalmente, sus plegarias serán respondidas al igual que las de Raquel (Likutey Halajot I, p. 80a-160-81a).


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viernes, 25 de noviembre de 2011

Esav alzó la voz y lloró

27:38      Esav le dijo su padre, “¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío”. Y Esav alzó la voz y lloró.
La capacidad de Esav para dañar al pueblo judío proviene de las lágrimas que derramó cuando perdió la bendición. Nosotros, a su vez, debemos clamar y llorar para anular el poder de esas lágrimas.
 (Likutey Moharán II, 30).
Esaú lloró
Existe un poder de atracción y un poder de repulsión. D” es el poder de atracción, como en “Llévame tras de Ti” (Shir Hashirim 1:4). Las fuerzas del mal son el poder de repulsión, manteniendo a la gente alejada de D”. Cuando Esav lloró, atrajo para sí el poder de D”, el “poder de atracción” e Itzjak lo bendijo. Entonces Esav se dio vuelta y llevó ese poder hacia el mal, produciendo la destrucción del Templo y el sufrimiento de los judíos en el exilio
 (ver Likutey Moharán I, 70) (Likutey Halajot III, p. 360).
Esav lloró... mas cuando seas agraviado, romperás su yugo de sobre tu cuello
El llorar de Esav representa la depresión, pues las lágrimas son algo en exceso del cuerpo y el exceso es un paralelo de la depresión. En el segundo versículo (Bereshit 27:40), Rashi traduce tarid (agraviado) como angustia, depresión. Esos dos versículos están conectados, implicando que Esav podrá liberarse del yugo de Iaacov y ascender en importancia cuando genere depresión en la vida del pueblo judío. Los judíos pueden contrarrestar las lágrimas de Esav mediante sus propias lágrimas clamando por la cercanía de D”. Por lo tanto debemos llorar por la destrucción del Templo, porque esta expresión de nuestra voluntad de servir a D” en Su Casa despierta la compasión y el favor Divino, atrayendo sobre nosotros la Providencia y las bendiciones de D”  (Likutey Halajot VII, p. 238-120a-240).

La Canción de Redención

D” mío y D” de nuestros antepasados, Quien eligió a David y a sus descendientes y Que se deleita en las canciones de alabanza: en Tu gran misericordia y bondad, recuerda la difícil condición de la Shejiná, apartada de Su lugar como un pájaro alejado de su nido. "Despierta y Ten misericordia de Sión, porque es tiempo de ser gracioso con ella, pues ha llegado el momento oportuno". Levanta a Israel de su postrada situación. Ayúdanos a elevar nuestras voces en canciones. Otórganos la capacidad de ofrecerte canciones y alabanzas con regocijo y alegría - a hacer música todos los días de nuestras vidas, una música dulce y placentera, tal como D” ama.
En Tu gran misericordia, inspira al pueblo judío a cantar una canción de alegría y de regocijo. Haz saber en toda la Creación que Tú sólo gobiernas por sobre todas Tus obras, para que pueda cumplirse el versículo: "Canta a D”; canta a nuestro Rey, pues D” reina por sobre toda la tierra; canta, oh iluminado". Recuerda a Tu pueblo Israel, disperso entre todas las naciones, y a Tu Santo Templo, desolado y en ruinas. "Incluso el pájaro ha encontrado un hogar y la golondrina un nido donde dejar sus polluelos, en las ruinas de Tu altar, oh Señor de las Huestes, mi Rey y mi D". Devuelve a los Cohanim (sacerdotes) a su servicio Divino y a los Leviim a su lugar en el Santo Templo - devuélvelos a sus canciones y melodías; haz retornar a Tu pueblo a su hogar. Otórganos la sagrada sabiduría y la tranquilidad mental como para aceptar el yugo de Tu reinado y revelar Tu soberanía al mundo entero.
Que restablezcas pronto el trono del rey David y sin dilación traigas al Mashiaj, descendiente de David, el "dulce cantor de Israel". "Entonces nuestras bocas estarán llenas de alegría y nuestras lenguas de canciones de regocijo". Cantaremos y haremos música delante de ti, como afirma el profeta, "Con instrumentos musicales en el Templo de D”, todos los días de nuestras vidas".
Likutei Tefilot  (I:15,18)

martes, 22 de noviembre de 2011

Canales de Unicidad

Podamos llegar a ser uno Contigo mediante el cumplimiento de Tus santas mitzvot, que son canales para Tu unidad. Así está escrito, "D" se regocijará en Sus obras... Israel se regocijará en su Hacedor". Tú te regocijarás con nosotros porque hemos hecho aquello que es bueno a Tus ojos, y nosotros nos deleitaremos y regocijaremos en Ti.
Que con el cumplimiento de las mitzvot con alegría podamos traer vida y bendición a los 248 miembros del cuerpo y a sus 365 canales; que podamos traer vida y bendición al mundo entero y al ciclo completo del año, para englobar así las tres dimensiones de: "Mundo", "Año" y "Alma". Entonces toda la Creación Te bendecirá y recibirá a su vez Tus bendiciones de vida, de bondad, de santidad y de pureza. 
 Likutei Tefilot (I:47)

Para refuá Sheleima de : IOSEF JAIM BEN TERESA        

domingo, 20 de noviembre de 2011

Itzjak, el hijo de Abraham

Itzjak representa el temor a D". Abraham fue el primero en buscar a D"; él es el padre de todos los prosélitos. Abraham no recibió la Torá, sino un ardiente deseo de servir a D". Su deseo, su anhelo y su amor generaron la revelación de D" y la capacidad de temerlo y de reverenciarlo. Así, Itzjak es el hijo de Abraham.
 (Likutey Halajot VII, p. 234).

Abraham engendró a Itzjak

Aunque está escrito, “Itzjak, el hijo de Abraham”, fue necesario afirmar que “Abraham engendró a Itzjak” porque los cínicos de esa generación decían que Sara había concebido de Avimelej. Ella había estado junto a Abraham por muchos años y no había podido concebir de él. Por lo tanto D" hizo que los rasgos faciales de Itzjak fueran similares a los de Abraham para que todos admitiesen que “Abraham engendró a Itzjak” (Rashi).

La sefirá de Jesed precede a la sefirá de Guevurá. Cuando los actos de bondad (jesed) de la persona son puros, entonces los juicios (guevurot) que pueden surgir posteriormente son santos y sirven para dirigirla hacia D". Pero si sus actos de bondad son impuros, entonces los juicios que siguen son también defectuosos, trayendo el sufrimiento que la aleja de D".

Abraham representa la sefirá de Jesed e Itzjak la sefirá de Guevurá. Un Jesed santo y puro lleva a una Guevurá santa y pura. Debido a que Abraham era una fuente santa, también Itzjak, fue santo e incluso se sacrificó completamente en aras de D". Esto no podría haber sucedido si Itzjak hubiera provenido de una fuente corrupta como Avimelej.
 (Likutey Moharán I, 74).

sábado, 19 de noviembre de 2011

Alusiones de D"

El Rebe Najmán enseña que D" Se encuentra en toda la creación.

A cada momento, todos podemos encontrar la santidad que está dentro y fuera de nosotros.

(Likutey Moharán I, 52, 2)

 

Que D" te ayude a comprender las alusiones contenidas en todas las cosas del mundo; que te muestre cómo, mediante ellas, es posible acercarse a Él todos y cada uno de los días, dependiendo de cada persona, del lugar y del momento. Todo lo que sucede en el mundo, sea vida o muerte, aumentos de precios o bajas de precios, pobreza o riqueza, o cualquier otro acontecimiento ocurrencia o incidente que suceda en el mundo – a nivel global, nacional, local, o individual – todo sucede solamente para hacernos recordar a D" a través de esa situación. Él, en Su sabiduría y misericordia, es la Causa de todo. Todo lo que sucede es para nuestro bien eterno, para que a través de cada cosa podamos conocerLo, todos y cada uno de los días. Porque ciertamente D" está haciendo Su voluntad en este mismo momento y continuará haciéndolo.

 de "Hojas que Curan el Alma" Carta #47

 

Para Refuá Sheleima de "Mordejai Lipe ben Einat Udel"

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Estoy bordando tu vida


Cuando era niño, mi madre trabajaba mucho cosiendo.
Yo me sentaba en el suelo, miraba y le preguntaba qué es lo que estaba haciendo.
Ella me contestaba que estaba bordando.

Todos los días yo hacía la misma pregunta y ella me contestaba lo mismo.
Yo observaba su trabajo desde una posición abajo de donde ella se encontraba sentada, y repetía:

              “¿Mamá, que es lo que estás haciendo?”.

Le decía que desde donde yo la miraba, lo que estaba haciendo me parecía muy extraño y confuso.

Era un amontonado de nudos e hilos de diferentes colores, largos, cortos, unos gruesos y otros finos… yo no entendía nada.

Ella sonreía, me miraba y de manera amable me decía, “Hijo, sal un poco a jugar, y en cuanto termine mi trabajo te llamaré, te tomaré en mis brazos y dejaré que veas el trabajo desde mí posición”.

Pero yo seguía preguntándome desde abajo: ¿Por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y otros claros?, ¿por qué me parecían tan desordenados y enmarañados?; ¿por qué estaban tan llenos de nudos y puntos?; ¿por qué había tantos nudos e hilos enredados entre si?; ¿por qué no tenían aún una forma definida?; ¿por qué tardaba tanto para hacerlo?.

Un día, cuando yo estaba afuera jugando, ella me llamó.

“Hijo, ven aquí, déjame tomarte en mis brazos”.

Me sentó en su regazo y me sorprendí al ver el bordado desde su posición.

No lo podía creer, ¡desde abajo me parecía tan confuso!.

Pero desde arriba pude ver un paisaje ¡maravilloso!.

Entonces ella me dijo:

“Hijo, desde abajo mi bordado te parecía confuso y desordenado porque no veías que en la parte de arriba había un bello diseño… pero ahora, mirando el bordado desde mí punto de vista, ya puedes ver qué es lo que yo he estado haciendo”.

Muchas veces, a lo largo de los años, he mirado hacia al cielo y he dicho: “¿Padre, qué es lo que estás haciendo?”.

Él parece responder: “Estoy bordando tu vida, hijo”.

Y yo sigo preguntando: “¿Pero por qué lo veo todo tan confuso?”

“Padre, todo está desordenado; hay muchos nudos, situaciones difíciles que no terminan y cosas buenas que pasan rápido. Los hilos son tan oscuros… ¿por qué no son más brillantes?”.

Él parece decir: “Hijo mío, ocúpate de tu trabajo, relájate… confía en mí. Yo haré mí trabajo. Un día te llevaré a ti en mis brazos, y entonces irás a ver el plan de tu vida desde mí posición, desde mi punto de vista”.

A veces no entendemos qué está ocurriendo en nuestras vidas, las cosas son confusas, no encajan y parece que nada nos sale bien.
Es que estamos mirando el reverso de la vida; del otro lado, D" está bordando…

(autor desconocido)

Enviado por Jani

viernes, 11 de noviembre de 2011

18 de Jeshván Iortzait del Saba Israel

Rabi Israel Dov Odeser Z"L
Su memoria bendecida y recordada con simja gedola


Una Nueva Canción

D” misericordioso, revela Tu Providencia Divina a toda la Creación. Renueva el mundo para que todos sepan que todos los sucesos sólo reflejan la Providencia Divina y no los dictados de la naturaleza.
Trae una nueva canción al mundo, una canción de maravillas, como escribió el salmista: "Canta a D” una nueva canción, porque Él ha hecho maravillas". Te ofreceremos nuestras gracias con una nueva canción, por nuestra redención y por nuestra liberación espiritual. Cantaremos, elevaremos cánticos y haremos música delante de Ti, creando nuevas melodías, canciones y alabanzas, canciones de maravillas que trascienden la naturaleza, hasta que podamos experimentar la revelación del Nombre Esencial de D”. Entonces toda la Creación habrá de escuchar la canción de un mundo perfecto, la exaltada canción que emana de las cuatro letras de Tu Nombre Esencial; una canción ejecutada con un instrumento de setenta y dos cuerdas, en cumplimiento del versículo "El mundo será construido con jesed (bondad)".
Señor del Universo: Otórgame el regalo de la vida, que pueda vivir una vida verdadera y no morir, que pueda experimentar la bondad del Mundo que Viene. Sé bueno y Ten gracia conmigo, que pueda oír la canción del futuro, cuando llegue el tiempo en que Tu mundo deba ser transformado y renovado.
Otórgame la fuerza para proteger mis ojos y mis oídos de la ilusión que es este mundo, que no contemple sus vanos encantos ni oiga sus voces vacías. Que no diga ni una sola palabra que no sea para acercarme a Ti y a Tu servicio. Entonces todos mis sentidos serán purificados, para que puedan servir de canal para la verdadera canción, en alabanza de Tu Nombre, grande y santo.
Haz que pueda alejarme del materialismo de este mundo y que no respire su aire; que el aliento de su ilusión no llegue a afectarme. Que mis brazos y mis piernas sólo estén dedicados a Tu servicio. Que mis ojos y mis oídos, que mi boca y mi corazón, que mi intelecto y mi mente, que todo mi cuerpo con sus 248 miembros y 365 tendones, y que todos mis sentidos y capacidades, que todos ellos se unan a Ti en verdad, con un lazo firme y fuerte, dedicados a Tu servicio, por siempre.
Pueda de este modo oír finalmente la santa y maravillosa canción del futuro, la melodía producida con un instrumento de setenta y dos cuerdas. Afortunados los oídos que lleguen a oír esta canción; afortunados aquellos que esperan y anhelan esta melodía. "Afortunado aquel a quien Tú eliges y que acercas a Ti", quien merezca contemplar la ronda de los Tzadikim, cuando llegue el momento en que puedan experimentar esta canción grande y sagrada, por toda la eternidad.
de: Likutei Tefilot (II:200-201)

martes, 8 de noviembre de 2011

Los Salmos y el Aliento Divino

Leer los Salmos es algo muy grande, es como si el mismo Rey David los estuviese recitando.
    El Rey David escribió los Salmos con Inspiración Divina (Ruaj HaKodesh), con el Divino Aliento.
    Este Divino Aliento aún se encuentra en las palabras de los Salmos. Cuando los recitas, tu propio aliento despierta el Divino Aliento de estas palabras. Cuando dices los Salmos es como si el mismo Rey David los estuviese cantando.
    Lo mejor para una persona enferma es confiar solamente en el Santo, bendito sea. Debe confiar en que el recitado de los Salmos le será de ayuda.
    La fe es un soporte y un bastón.
    Uno se apoya y depende del Santo, bendito sea, de la misma manera en que uno se apoya en una caña o en un bastón.
    Dijo el Rey David, “D" ha sido mi bastón” (Salmos 18:19). Él podía apoyarse en el Santo, bendito sea, como en un soporte material.
    Está escrito, “Si se levantare y anduviere afuera apoyado en su bastón, entonces será libre” (Exodo 21:19). Uno es curado mediante el bastón de la fe.
    También está escrito, “Y un bastón saldrá del tronco de Ishai” (Isaías 11:1). Este versículo habla del Mesías que descenderá de David. (Él tendrá el bastón curativo de la fe.)
    También está escrito, “El aliento de nuestras narices, el Mesías de D” (Lamentaciones 4:20). (El bastón de la curación surgirá del Aliento Divino que el Rey David ha insuflado en los Salmos.)
    Está escrito respecto a los tiempo Mesiánicos, “Se sentarán aún en las plazas de Jerusalem ancianos y ancianas, cada cual con su bastón en la mano” (Zacarías 8:4).
    De este versículo aprende el Talmud que en la era Mesiánica los Tzadikim resucitarán a los muertos (Pesajim 68a). El bastón que empuñen será aquel de Elishá, utilizado para resucitar al hijo de la Shunamita. Está escrito, “Y pondrás el bastón sobre el rostro del niño” (Reyes II, 4:31). (Este es el bastón curativo de la fe.)
    El invierno corresponde a la preñez y el verano al nacimiento.
    En el invierno todas las plantas y hierbas parecen como muertas. Sus fuerzas se disipan y se asemejan a los muertos. Pero cuando llega el verano, despiertan y vuelven a la vida.
    Está escrito, “E Itzjak salió a meditar (suaj) en el campo” (Génesis 24:63). Enseña el Talmud que esta meditación no era otra cosa que la plegaria (Berajot 26b).
    Cuando el verano comienza a aproximarse es muy bueno salir a meditar en los campos. Este es un tiempo en el que puedes orar al Santo, bendito sea, con anhelo y nostalgia.
    Meditación y plegaria se dicen SIJah. Un arbusto del campo se llama SIaJ.
    Cuando los arbustos del campo (SIaJ) comienzan a volver a la vida y a crecer, todos anhelan ser incluidos en la plegaria y en la meditación (SIJah).
(Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #98)

Unidad en la Diversidad

Señor de la paz, Quien "hace la paz y crea todo", ayúdanos a mantenernos siempre firmes en el atributo Divino de la paz. Que haya una paz absoluta entre todos, particularmente entre esposo y esposa, sin traza alguna de conflicto, ni siquiera en lo más hondo del corazón. Porque Tú haces la paz en los niveles más elevado, uniendo en perfecta armonía fuerzas opuestas tales como el fuego y el agua, y en Tus asombrosas maneras haces la paz entre ellos.
Trae una gran paz sobre nosotros y sobre el mundo entero hasta que todos los opuestos se unan en gran paz y amor; para que sean incorporados en una sola visión, como un solo corazón, para llevarnos cerca de Ti y de Tu Torá, en verdad. Entonces nos reuniremos para cumplir con Tu voluntad, de todo corazón. D", Cuyo Nombre es "Paz", bendícenos con paz y confiere sobre nosotros todas las bendiciones, todas las influencias benéficas y trae una liberación completa.
                                                  de: Likutei Tefilot   (I:967)
                                                           

lunes, 7 de noviembre de 2011

Comenzando Nuevamente

Ayúdanos a servirte siempre, con todo el corazón. Que nuestro servicio Divino sea siempre nuevo; podamos comenzar nuevamente, cada día, como si nunca Te hubiéramos servido antes. Que jamás caigamos en pensar que somos viejos e incapaces de cambiar; más bien, podamos ser "intrépidos como el leopardo, ágiles como el águila, rápidos como la gacela y fuertes como el león, para cumplir con la voluntad de nuestro Padre en el Cielo". Que podamos experimentar la verdad de las palabras del profeta, "Aquéllos que anhelan por D” renovarán su fortaleza; se elevarán como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se agotarán".
(I: 776)
   de: La Llama del Corazón  

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Para Traer Paz

Cuando la gente que está afuera se acerca y entra a la santidad, así sean prosélitos que se convierten al judaísmo o judíos alejados que retornan a la fe - ello constituye el honor más grande de D-s y “El Nombre del Santo, bendito sea, asciende y es glorificado, arriba y abajo”. El honor se eleva entonces a su raíz, que es el temor sagrado y ello, a su vez, trae paz al mundo.

 Mediante la Torá es posible acercar a los prosélitos y a todos aquellos que retornan a la fe y hacerles conocer el sendero que deben tomar.

 Al estudiar la Torá en santidad, la persona despierta a los pecadores judíos y a los prosélitos, llevándolos al arrepentimiento. Pero para ello hace falta la humildad más grande. Con esa cualidad, uno merece estudiar verdaderamente la Torá, llegando a ser capaz, mediante sus estudios, de iluminar y de despertar las raíces de las almas del pueblo judío - incluso las almas de aquellos que se encuentran a muchos kilómetros de distancia. Esto también se aplica a los pecadores judíos, “mientras sigan siendo llamados ‘judíos’ - pues aunque han pecado, aún siguen siendo judíos” (Sanedrín 44a). Mediante el estudio de la Torá es posible hacer brillar sobre ellos la luz proveniente de la raíz de sus almas, allí en donde se encuentren y de esa manera, llevarlos al arrepentimiento.

 Cada persona -y en particular el estudioso de la Torá- debe ocuparse, mediante su estudio, de iluminar y de llevar bendiciones a las raíces de las almas - es decir, hacia el “primero en el pensamiento [de la creación]”. Con ello, podrá acercar y despertar al arrepentimiento a los malvados y a los prosélitos - incluso a aquellos que se encuentran muy lejos, físicamente, de la persona [en el momento en el que está estudiando]. Entonces merecerá también tener un hijo que llegue a ser un estudioso en la Torá. Pero si no estudia de esa manera, su hijo no será un erudito de la Torá
(ver Nedarim 81a).

 Sólo se es digno de la Torá mediante la humildad, quebrando el orgullo en las cuatro categorías de la humildad. Es necesario considerarse menos que aquellos que son más grandes que uno; menos que sus iguales; menos que aquellos que son inferiores a uno; e incluso, si uno mismo es el más pequeño de los pequeños, debe considerase menos que su propio nivel, considerándose a sí mismo como menos de lo que es en realidad. 
                                                                                                   (likutey moharan I # 14)

martes, 1 de noviembre de 2011

La Humildad Lleva a la Paz

El Rebe desplegó una notable santidad en la superación de sus rasgos negativos.
Algo nos contó respecto de cómo subyugó su temperamento nervioso. En un principio tenía un muy mal carácter, encolerizándose ante la menor provocación. Pero aun así, quería ser una buena persona, tal como D-s lo desea.
Comenzó a trabajar con su temperamento hasta que lo superó por completo. Rechazó totalmente la ira, obligándose a actuar de la manera opuesta. En lugar del enojo poseía ahora una absoluta paciencia y tolerancia.
De esa manera el Rebe alcanzó un nivel en el cual nada llegaba a molestarlo. Estaba tan sereno que nada podía perturbarlo. No importa cuánto mal le hiciese una persona, lo llegaba a tolerar sin ninguna clase de odio. Amaba a sus opositores sin guardarles ninguna clase de rencor.
Reconocida era la notable serenidad del Rebe. Había una santa calma a su alrededor y nada en el mundo podía molestarlo o enojarlo. Era absolutamente bueno.
Y llegó a ser digno de ello en la Tierra Santa. El Rebe revela en sus obras que sólo en la Tierra Santa es posible adquirir la verdadera serenidad, el extremo opuesto de la cólera. Fue por esa razón que Moshé anhelaba cruzar el Jordán y entrar en la Tierra Prometida. Eso lo aprendemos del versículo (Éxodo 34:8): “Y Moshé se apresuró y se postró a tierra”. Preguntan nuestros Sabios: “¿Qué es lo que vio Moshé?”, y contestan que lo que había visto era una gran paciencia y serenidad.
El Rebe se enorgullecía también de su gran modestia. Esto puede parecer una contradicción, pero de hecho era de una humildad extrema.
Dijo: “No se ha alcanzado la verdadera humildad hasta no encontrarse en un nivel tan elevado como para poder decir de uno mismo que se es modesto”. Ése era el nivel de Moshé, quien podía escribir respecto de sí mismo (Números 12:2): “Y el hombre, Moshé, era muy humilde, mucho más que cualquier otro hombre...”. También fue ése el nivel del santo rabí Iosef, quien dijo: “No digan que ya no existe más la humildad, pues yo aún estoy vivo”.
 El Rebe también alcanzó ese nivel en el cual podía enorgullecerse de su tremenda humildad. Pues había anulado por completo su ego                        
                                                          de: "El´´Arbol mas allá del espacio"(#22).