jueves, 8 de diciembre de 2011

Repitiendo Una Palabra

Es muy importante meditar y expresar todos los días nuestros pensamientos delante del Santo, bendito sea.
     Si uno no puede expresarse con ninguna palabra, debe al menos decir algo y esto en sí será muy bueno también.
     Si sólo puede decir una palabra, deberá  hacerse fuerte mentalmente y repetir esa palabra una y otra vez. Puede pasar así muchos días meditando sobre esa palabra y esto en sí mismo será algo muy bueno.
      Si es persistente y repite esa palabra infinidad de veces, el Santo, bendito sea, tendrá piedad y le abrirá sus labios para que pueda expresar así sus pensamientos.
      El habla tiene un gran poder. Si uno sabe cómo usarlo, podrá dirigirle una palabra a un arma de fuego de modo que esta no dispare. Comprende esto.
     Sería algo muy grande si la persona pudiera pasar todos sus días en meditación. Sin embargo, no todos pueden hacer esto. De modo que es obligatorio que la persona pase al menos algunas horas de sus días en meditación.
     Si uno posee una mente fuerte y desea aceptar sobre sí el verdadero yugo del Santo, bendito sea, deberá pasar todo el día en meditación. Esto es algo a lo cual se alude en el dicho Talmúdico, "¡Si la persona pasase su día en plegaria!" (Berajot  21a).
(Likutey Moharán, II 96)

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