jueves, 26 de enero de 2012

“Y ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes”

     Es un principio general que el gobierno está en manos del Tzadik, para dirigir los eventos tal cual él lo desee, como afirmaron nuestros Sabios, de bendita memoria, “‘El Tzadik gobierna’ (Samuel II, 23:3) - ¿Quién gobierna sobre Mí? El Tzadik” (Moed Katan 26b). Y lo esencial del gobierno del Tzadik es la capacidad de iluminar el corazón judío y de despertarlo al servicio a Dios. Por lo tanto, es crucial que la persona esté unida a los verdaderos Tzadikim y que converse con ellos sobre el servicio a Dios; de ellos recibirá fuerza, iluminación y un despertar hacia Dios, hasta que finalmente retorne a Él.  
     Éste es el significado de “Iosef es el gobernante” (Génesis 42:6). Iosef, el Tzadik, es la raíz de todas las almas judías, que son las ramas que reciben de él. Además, Iosef está asociado con la vocal hebreamelapum (וּ), pues el Tzadik guarda la pureza sexual, como corresponde, y la pureza sexual es una carroza para la sefirá de Iesod. La forma del Tetragrámaton identificada con Iesod está vocalizada con elMeLAPUM, que tiene las mismas letras que MaLÆ PUM (una boca llena), para indicar que la boca del Tzadik está “plena” de Divinidad y que sus palabras, sin lugar a dudas, están completas y “llenas”. 
Consecuentemente, el Tzadik es capaz de hacer descender un influjo de abundancia para todo el pueblo judío, como está escrito, “Él los bendecirá como Él se los ha dicho” (Deuteronomio 1:11). Específicamente, ese versículo enseña que el influjo de abundancia se obtiene de acuerdo al habla de la persona, porque no es suficiente con el solo pensamiento. Y aunque el Santo, bendito sea, conoce los pensamientos de la persona, aun así, ésta debe orar con una “boca llena”, dado que el habla es el recipiente con el cual se recibe el influjo de abundancia. Si el habla de la persona es completa y tiene plenitud, podrá recibir con ella una gran abundancia. Por lo tanto, es necesario orar por todo lo que uno necesite, tanto material como espiritual, articulando el pedido, para que, de esa manera, se pueda hacer descender el influjo de abundancia.  
     Todo judío posee la cualidad de “el Tzadik gobierna” y una “boca llena”, como está escrito, “Tu pueblo son todos Tzadikim” (Isaías 60:21). Pues en cada judío hay algo muy valioso y único, un “punto” que no tiene ningún otro judío; como encontramos en la historia de Abaie y de Aba Umana (Taanit 21b), donde le dijeron a Abaie, “Tú no eres capaz de emular las acciones de Aba Umana”. Ahora bien, esa cualidad o “punto”, en el que cada persona sobrepasa a todas las demás, emana una influencia positiva, iluminando y despertando los corazones de las otras personas, quienes necesitan recibir el despertar de ella, junto con ese aspecto particular o “punto”, como está expresado en la frase “ellos reciben uno del otro” (Targúm sobre Isaías 6:3) 
Pues antes de la Entrega de la Torá, el gobierno estaba en manos de Dios, como en, “Yo soy el Señor tu Dios, Quien te sacó de la Tierra de Egipto” (Salmos 81:11) - pues entonces, todo era “Yo”. Pero luego de la Entrega de la Torá, [el versículo continúa,] “Abre tu boca y Yo la llenaré” (ibid.). Esto hace referencia a la “boca llena” y a la idea de “Iosef es el gobernante” - porque ahora Dios le entregó el gobierno a todo el pueblo judío y a cada uno de acuerdo a su situación. 

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