martes, 3 de abril de 2012

Es imposible formarse una idea de la grandeza de ser simplemente uno de los seguidores del Rebe. "Es posible", dijo, "que otros utilicen un lenguaje similar para alabar a sus líderes y para loar la grandeza de sus seguidores, pero la verdad es que en cuanto a mis seguidores concierne, el hecho de estar unidos a mí es de por sí algo muy grande. Es posible que algunos de mis seguidores no sean nada por sí mismos. Incluso puede ser que no se comporten como es debido. Aun así el mero hecho de que están entre otros que se han acercado al Tzadik, la fuente misma de la santidad, es en sí mismo muy beneficioso. Finalmente también ellos serán inspirados y volverán a D".

"Fíjense ustedes mismos las maravillosas enseñanzas que han escuchado. Incluso alguien que no ha escuchado la enseñanza misma pero que sin embargo estuvo presente cuando fue revelada, también es bendecido. Eso muestra el privilegio que es en verdad escuchar tal enseñanza. Está de más decir que es un privilegio escuchar una enseñanza como ésa una vez al año. Incluso si sólo escuchas tal enseñanza una vez en la vida, ¡eso sería suficiente! 'Sí sólo has venido al mundo para escuchar esto, sería suficiente' ".

 Y en verdad, escribe el Rabí Natán, fuimos dignos de escuchar año tras año las más tremendas y maravillosas lecciones, enseñanzas que hasta el momento nunca habían sido reveladas.

 El Rebe le dijo entonces al Rabí Natán: "¡Pero tu alma escucha!". En otras palabras, incluso si no podemos comprender conscientemente el significado de muchas de las cosas que dijo el Rebe, por ejemplo sus motivos para hacer verificar sus tefilín cuando el R. Levi Itzjak salió a viajar, aun así fue un tremendo privilegio y un beneficio espiritual simplemente haber estado presente cuando él lo dijo.

 No importa cuán bajo pueda estar la persona, hasta las lágrimas mismas que derrama en su esfuerzo por acercarse un poco a D"... incluso un llanto interrumpido, nunca es en vano. Así comenta el Zohar (I, 69) sobre el versículo en Salmos (89:10): "Tú gobiernas la agitación del mar"; cuando una persona trata de avanzar hacia un nuevo nivel, aunque nunca lo logre, el mero hecho de que intenta y lucha por alcanzar un particular nivel de santidad es en sí mismo una forma de alabanza a D" y es muy valioso para Él.

Likutey Moharán I, 285.

Zohar I, 164; Ibid. II, 193b.

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