jueves, 8 de marzo de 2012

Debes saber que todas las caidas y descensos, todas las confuciones y destrucciones son los inevitables preliminares de la entrada de las puertas de santidad. Todos los verdaderos Tzadikim y los verdaderos temerosos del Santo, Bendito Sea, han debido pasar por ello.
Es posible que te encuentres tan lejos del Santo Bendito Sea, que pienses que cada movimiento tuyo es una aberración delante de Él. En ese caso debes saber que cuando alguien se encuentra tan profundamente hundido en la materialidad del mundo, cada gesto y movimiento que haga para salir de esa profundidad, aunque más no sea un poco, es tan precioso a los ojos del Santo Bendito Sea, que las palabras no pueden llegar a describir. Hasta el más minimo gesto con el que se esfuerce una persona así para salir de la materialidad genera un enorme movimiento en los mundos superiores, un enorme movimiento de más de miles y miles de millas.  

 
(Likutey Moharán II: 48)

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